La Meditación

«La relación con uno mismo es la relación del espejo; si actúo automáticamente no puedo verme a mi mismo y sin tal atención, no hay libre albedrío ni amor verdadero». 

La Meditación verdadera

Me pregunto si saben ustedes algo acerca de la Meditación No, ¡claro que no! Pero los maestros y los profesionales no saben tampoco. Se sientan en un rincón, cierran los ojos y se concentran, como los estudiantes de la escuela intentando concentrarse en un libro. Eso no es Meditación. La Meditación es algo extraordinario, si saben cómo hacerlo. Voy a hablar un poco acerca de ella. En primer lugar, siéntese muy silenciosamente; no se esfuerce en sentarse en silencio, pero siéntese o acuéstese tranquilamente sin ningún tipo de esfuerzo o resistencia. ¿Entiende? Luego mire a su pensamiento. Mire sobre lo que esta pensando. Y encuentre que está pensando en sus zapatos, en su vestido, en lo que va a decir, en el pájaro de afuera al cual oye; siga a tales pensamientos y averigüe por qué surge cada pensamiento. No trate de cambiar su pensamiento.

Mire por qué ciertos pensamientos surgen en su mente para empezar a entender el significado de cada pensamiento y de cada sentimiento sin ningún esfuerzo. Y cuando un pensamiento surja, no lo condene, no diga es correcto, está mal, es bueno, es malo. Solo mírelo, para que comience a tener una percepción, una consciencia que esté activa en ver todo tipo de pensamiento, cada tipo de sentimiento. Usted conocerá cada pensamiento secreto, cada motivo oculto, cada sentimiento sin distorsión, sin decir es correcto o incorrecto, bueno o malo. Cuando mire, cuando se adentre en el pensamiento muy muy profundamente, su mente se vuelve extraordinariamente sutil, viva. Ninguna parte de la mente está dormida. La mente está completamente despierta. Esto es meramente el cimiento.

Luego, su mente está muy tranquila. Su ser entero se vuelve muy quieto. Entonces vaya a través de esa quietud, más profundo, más lejos. Todo ese proceso es Meditación. La Meditación no es sentarse en una esquina repitiendo un montón de palabras; o pensar en una imagen y entrar en algún tipo de imaginación extática salvaje. Entender todo el proceso de su pensamiento y su sentimiento es estar libre de todo pensamiento, estar libre de todo sentimiento, para que su mente, todo su ser, se torne muy silencioso. Y eso también es parte de la vida y con esa tranquilidad puede mirar al árbol, puede mirar a la gente, puede mirar el cielo y las estrellas. Esa es la belleza de la vida. Pero para ello la mente debe saber escuchar atentamente. ¡Escuchate atentamente!

jiddu-krishnamurti.net/en/krishnamurti-on-education/1974-00-00-jiddu-krishnamurti-krishnamurti-on-education-talks-to-students-chapter-6

J. Krishnamurti. La Verdadera Revolución 1966. La Meditación 4-8

«La relación con uno mismo es la relación del espejo; si percibo el movimiento automático de la psique, el inconsciente se vuelve consciente y deja de guiar mi vida torpemente.» 

El proceso de purificación

Cada vez que llevamos la Atención a la experiencia ordinaria, la cual implica el pensamiento, se pone en marcha un proceso evolutivo que consiste en dos aspectos: uno es el insight (revelación), un discernimiento profundo que libera, y el otro es la purificación que sana. El proceso de purificación es bien simple de entender y no tan fácil de llevar a cabo. Cuando observamos sin-elección una sensación negativa, tal y como un espejo lo hace con lo reflejado, estamos permitiendo, a esa sensación negativa, moverse libremente a través de nosotros en su totalidad. Así, dicha sensación es capaz de atravesar todas las capas del cerebro hasta llegar a la ultima capa para luego desaparecer del todo.

Este proceso de observar la negatividad hasta su muerte se llama purificación. Por ejemplo, todos llevamos dentro la fuente de la infelicidad, que es el «ego», el «yo soy eso», y cuando nos ponemos a meditar nos damos cuenta de esa fuente negativa. Pero es cuando nos damos cuenta que estamos llenos de infelicidad que empezamos a tomar consciencia de nuestros conflictos internos que nos limitan: los anhelos, las aversiones, los recuerdos, el rechazo, etc., en nuestro trato con los demás a lo largo de nuestra vida. Tenemos que empezar a ver a través de cuales sean esos brotes negativos que hacen que no nos sintamos bien. Tenemos que abrirnos camino a través de ellos uno tras otro.

¿Pero cómo hacemos esto?

Prestando Atención al pensamiento inconsciente y nada más, observar lo sin reaccionar. Por ejemplo: si fijo la mirada en un lugar y escucho a mi alrededor, así…con la consciencia expandida, puedo ver lo que estoy pensando sobre lo que oigo, lo que siento, etc., sin perderme en ello. De esta manera puedes conocerte de manera no dual, es decir, sin análisis psicológico en absoluto sino por la percepción. Porque solo mientras no estoy concentrado como un láser, perdiendo la perspectiva de lo que ocurre dentro y fuera de mi, puedo conocer mi naturaleza y volverme sabio. Es decir, si estoy desfocalizado como una bombilla, iluminando tanto mi interior como mi alrededor, puedo ver lo mas profundo del subconsciente y purificarme de ello. Esto puede parecer estúpido a primera vista, pero después de comprobarlo te das cuenta de que es muy poderoso porque funciona.

Por ejemplo, si algo negativo y limitador interfiere con mi paz interior mientras estoy meditando: una aversión, un disgusto, un conflicto interno, y no nos identificamos con ella y la rechazamos, estamos diciendo “yo no te quiero”, en este caso la estamos empujando para alejarla de nosotros, lo que implica tocarla. Por otro lado si nos identificamos con ella y la deseamos, estamos diciendo “yo te quiero”, y en este caso estamos tirando de ella para traerla a nosotros, por lo que otra vez la estamos tocando. Cualquier contacto con una sensación negativa o placentera significa que esa negatividad o placer es capaz de recargar su fuente energética con nuestra energía. En otras palabras, la estamos alimentando por lo que siempre vendrá a por más comida. Así es como se perpetúa. Si por el contrario, la observamos con Atención sin-elección, estamos creando una distancia que nos separa, no la estamos tocando, entonces ella no puede recargarse con nuestra energía y alimentarse.

«Mientras estoy escuchándote, también debo de escucharme a mi, mis opiniones. Si no estoy presente para conmigo mismo, me perderé en los pensamientos, sin darme cuenta de lo que está pasando.” 

Por lo que esa sensación negativa o placentera, en cuestión, tiene que funcionar con su propia fuente de energía la cual siempre es muy limitada. Como no tiene manera de retroalimentarse y su energía es tan limitada al poco tiempo de no tocarla o recargarla, su energía se agota y la sensación se extingue. Entonces, tal y como había venido, la sensación negativa o placentera se va y no vuelve mas. Así es como las sensaciones de experiencias negativas pasan de largo a través de nosotros y no nos afectan. Nosotros somos el campo en el cual las sensaciones nacen y se desarrollan, y si no las tocamos, si no reaccionamos ante ellas, se van para siempre.

¿Pero cómo hacemos esto?

No es un haciendo sino un siendo, de niños somos muy buenos en ello. Es verme desde el sentimiento de mi propia presencia. Si me doy cuenta de cuando el cuerpo está pensando, y veo el movimiento inconsciente en la psique, descubro su intención oculta, su secreto escondido, porque se revelan ante mi atención y así me transformo en lo que soy; presencia. Con el cuerpo y la mente alineados desaparece el tiempo psicológico y todo mi ser comienza a experimentar la vida desde la unión del amor que soy.

Un Amor sin opuestos y absoluto, que no depende de este mundo. Como nada hay mas importante en mi vida que yo mismo, con franqueza y sin egoismo, yo mismo soy lo que debe ser estudiado, comprendido, amado y atendido, y no otra cosa, los átomos o las estrellas. Así, debo prestarme atención a mi mismo con el objetivo de conocerme íntimamente para terminar con mi fragmentación interior, y purificarme de todo lo inconsciente que hay en mi. Como dice una amiga, al observar totalmente cualquier pensamiento, sensación, etc., mientras no haya ninguna reacción no se crea ningún sankhara nuevo y cualquier sankhara viejo que se experimente en forma de sensación desaparece.

Al momento siguiente otro sankhara del pasado surge en forma de sensación y si hay percepción, este también desaparece. De esta forma, mientras uno se observa a si mismo con Atención todo lo que se mueve dentro, permite que los sankharas acumulados alcancen una tras otra la superficie del cerebro, manifestándose como sensaciones que van siendo gradualmente erradicadas. Este proceso se llama purificar el cerebro. Pero para la mayoría de las personas los sentidos están “opacos”. Si una ventana está cubierta por el oxido, la luz no puede pasar a través de ella. El oxido es la avidez y la aversión (el deseo-bipolar), la ofuscación o la ignorancia (Moha). Pero cuando el oxido es eliminado, los sentidos ordinarios se vuelven literalmente extraordinarios y transparentes.

«La mente, es una muy veloz generadora de engaños, auto-engaños e ilusiones continuas: Pero el mayor de todos sus grandes éxitos consiste en convencernos de que cada uno de nosotros somos ella misma.» Jiddu Krishnamurti

Todos los sentidos vuelve a ser parte del flujo sin esfuerzo de mi naturaleza, y las experimente de forma agradable o desagradable, se transforman ante mi presencia. Asi, también el pensamiento se vuelve parte de este flujo consciente. Al principio, nos esforzamos por superar los pensamientos errantes y desarrollar la Atención plena, pero más adelante vemos (2) que no hay necesidad de forzar nada. Soy como una bombilla que ilumina todo y también puedo oír a los pájaros, los arboles, los vecinos… asi, el -yo soy eso- que llevamos dentro, se debilita y pasa a ser parte del flujo consciente de mis sentidos. Entonces la suciedad que había en la ventana se limpia y el Sol, que siempre estuvo ahí, es capaz de brillar a través de ella y llegar hasta nosotros. La alegría y el Amor verdadero (1) que somos comienza a florecer.

Como resultado de la purificación, la experiencia ordinaria es capaz de brillar y convertirse en extraordinaria, entonces nuestra verdad primogénita se descubre. Y lo que pensábamos que era el mundo de los fenómenos: el mundo del tiempo y del espacio y la energía, resulta ser en realidad un mundo de vibración con el que estamos en contacto directo a cada momento. Cuando los conflictos internos se han roto, el flujo de estos sentidos ordinarios se convierte en una canción sagrada y nos encontramos con que, por el sólo hecho de vivir la vida, estamos momento a momento en la fuente del Amor absoluto. En la tradición contemplativa cristiana esto se llama la “práctica de la presencia de Dios.” En la tradición mística judía se llama “Yesh Briah me ayn” la experiencia de las cosas siendo continuamente creados de ninguna cosa, es decir, de Dios.

La mayoría podría afirmar tales hechos, pero en realidad casi nadie los ha experimentado directamente, sólo experimentan sus propias proyecciones, creencias que surgen de su trasfondo de la memoria, sin nunca haber visto directamente. Ahora bien, todo el mundo tiene la capacidad de contactar con la fuente del Amor absoluto que somos dentro. Esta capacidad de la mente, cuando la empleamos adecuadamente, nos permite ver a través de cualquier cosa que se presente y alcanzar su naturaleza real, su insustancialidad (Anicha).

A través de la psicoterapia obtenemos revelaciones (insights) importantes, pero son acerca de tu propia personalidad y asuntos específicos de tu vida. En cambio, las revelaciones que tenemos en la Meditación son mas profundas y concierne a la naturaleza humana en general. Las revelaciones que obtenemos en la Meditación nos permiten entender la naturaleza misma de la personalidad y no solo cosas acerca de nuestra personalidad. Por lo tanto la Meditación es “revelación” en el sentido de revelación profunda y es “Atención plena” en el sentido de Atención extraordinaria. ¡Escúchate atentamente!

«La Meditación y el proceso de Purificación» edición Rafael, Valencia 2013. Vipássana, Shinzen Youg.

Mundos Internos, Mundos Externos : Cuarta parte: Más allá del pensamiento

«¿Qué es encontrarse a sí mismo? ¿No es acaso contemplarse frente al propio espejo interior? ¿No nos muestra dicho espejo lo que somos? ¿Podemos mantener sólo observación ante dicho espejo? ¿Podemos ver y descubrir en él cómo es la naturaleza esencial de la propia mente? ¿Podemos sin juzgar ni condenar nada observar atentamente cómo son sus mecanismos? ¿No es extremadamente bella y maravillosamente instructiva tal íntima visión? ¿Florece comprensión en ese instante?» Jiddu Krishnamurti

A %d blogueros les gusta esto: