Creo que el Dr. Peter McCullough es uno de los médicos académicos más valientes y preparados que hay, es subdirector de medicina interna en el Centro Médico de la Universidad de Baylor, y, a pesar de sus impecables credenciales, ha sido criticado por afirmar desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, que todo era un teatro armado para lanzar una vacuna y una campaña de vacunación masiva a nivel global.
«Todos los caminos conducen a la vacuna», dijo McCullough en una entrevista reciente, mientras que las partes interesadas confían en que los países de todo el mundo la harán obligatoria.
McCullough señala que varios países ya están hablando de hacer obligatoria la vacuna contra el COVID-19, lo que significa que todas las personas tendrán que ponérsela, aunque no quieran. «Así es como las partes interesadas quieren la vacunación», dice McCullough. «Quieren poner una aguja en el brazo de todas las personas. Pero la pregunta del millón de dólares es ¿por qué?»
Jamás habían ofrecido tantos incentivos por vacunarse
En los Estados Unidos, las últimas semanas hemos sido testigos de un incremento significativo en los incentivos por vacunarse, desde donas, pasteles, papas fritas, perros calientes y pizza gratis, hasta cerveza a 10 centavos, pases de temporada gratuitos para parques estatales, viajes gratis en Uber y Lyft, boletos para partidos béisbol, marihuana gratis, la oportunidad de ganar una beca completa e incluso premios de hasta 1 millón y 5 millones de dólares.
Nos quedaríamos cortos al decir que la presión que ejercen para que las personas se vacunen parece un poco desesperada.
Debemos considerar que el Sistema para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) ha registrado más muertes de personas tras recibir la vacuna contra el COVID-19, en comparación con las muertes registradas por todas las demás vacunas disponibles desde mediados de 1997 hasta finales de 2013, lo cual equivale a un período de 15 años y medio. Teniendo en cuenta esto parece lógico preguntarse: ¿Por qué nuestros líderes están tan desesperados por aplicar estas terapias génicas experimentales en todas las personas?
Incluso presionan a las personas que ya les dio COVID-19 para que se apliquen la vacuna, a pesar de que ya tienen una inmunidad superior y de que los estudios demuestran que tienen un riesgo mucho mayor de sufrir efectos secundarios graves por la vacuna.
En el estado de Carolina del Norte se aprobó una legislación que permite que niños de hasta 12 años se apliquen la vacuna sin requerir el consentimiento de sus padres, ¿qué opina de eso? Hasta el 21 de mayo de 2021, 4406 personas habían muerto después de recibir la vacuna contra el COVID-19, incluyendo tres adolescentes. Y ahora, ¿quieren que niños de 12 años tomen una decisión de vida o muerte sin la orientación de sus padres?
Como señaló McCullough, históricamente, el umbral para cancelar el programa de una vacuna experimental es de 25 a 50 muertes, sin embargo, aquí estamos con más de 4000 muertes reportadas en los Estados Unidos y miles más en Europa.
Un informe reciente realizado por el Israeli People Committee, un cuerpo civil de expertos en salud, también concluyó que «jamás había existido una vacuna que dañara a tantas personas».
Después de que 45 millones de personas recibieron la vacuna contra la gripe porcina pandémica en 1976, Estados Unidos detuvo el programa de vacunación después de solo 25 casos de muerte. (El número de muertes que se reportaron después del programa de inoculación de 1976 varía de 3 a 53, dependiendo de la fuente). Y también es importante recordar que si algo sale mal, los fabricantes de vacunas no se harán responsables de nada, ya que están protegidos contra cualquier tipo de demanda, así que no hay nadie que lo respalde.

La vacunación masiva es una estrategia más que terrible
Como médico, McCullough ya no recomienda esta vacuna. Además, otros virólogos y médicos prominentes están pidiendo que se detenga el programa. Por desgracia, muchas personas se están vacunando solo porque se sienten desesperados por recuperar la «normalidad» en la que solían vivir, de enviar a sus hijos a la escuela, ir al trabajo y todo lo que hacían antes de la pandemia.
No lo haga, dice McCullough, no caiga en esa trampa, porque solo empeorará las cosas. Al vacunar a todos contra un espectro muy reducido de inmunidad, la proteína Spike original del SARS-CoV-2, que desde entonces ha mutado de muchas formas y ya no existe, «nos estamos preparando para una superbacteria que acabará con gran parte de la población,» dice McCullough.
Y advierte que como tal, la vacuna contra el COVID-19 es un arma biológica y los riesgos de efectos secundarios «son algo nunca antes vistos, las personas en los Estados Unidos deberían estar muy preocupadas».
Pero ¿de qué se trata este programa de vacunación?
¿Por qué tanta desesperación por que todos se vacunen? McCollough cree que el objetivo global es «marcar» a las personas, meterlas a su base de datos de vacunas, que a la larga se convertirá en una herramienta para controlar la población y el primer paso para lograrlo son los pasaportes de vacunación.
Cuando hablamos de controlar a la población, hay dos formas distintas de hacerlo y en este caso se pueden aplicar ambas. La primera consiste en controlar a las personas a través de la ideología del utilitarismo, los pasaportes de vacunación y un sistema crediticio social. Y la otra forma es la despoblación real.
Controlar a la población a través del utilitarismo y la vacunación
El utilitarismo se basa en una ecuación matemática que establece que se pueden sacrificar a algunas personas por el bien común. En otras palabras, si algunas personas resultan perjudicadas por las vacunas, es una pérdida aceptable porque la sociedad como conjunto saldrá beneficiada.
Esta pseudo-ética desacreditada se ha utilizado en varias ocasiones para justificar horribles abusos contra los derechos humanos. Por ejemplo, el Tercer Reich utilizó la lógica utilitaria como excusa para demonizar y eliminar a las minorías que consideraba una amenaza para la salud, la seguridad y el bienestar del Estado. Y ahora, vuelven a recurrir al utilitarismo, bajo la falsa narrativa de que toda la humanidad está bajo amenaza y que para salvarla todos deben asumir el riesgo y vacunarse.
Al final, la idea es que a quienes se nieguen a vacunarse ya no se les permitirá participar en la sociedad con libertad, este es el desincentivo o incentivo negativo, que se suma a los incentivos positivos que le mencioné antes.
Y aunque los funcionarios estadounidenses saben que no pueden obligar a las personas a vacunarse, ya que sería una violación directa de la Constitución de los Estados Unidos, su estrategia para presionarlo fue recurrir a las empresas privadas para que exijan la vacunación como condición de empleo o de acceso a los servicios. Y también están gastando miles de millones de dólares en publicidad en medios convencionales que, por cierto, es dinero de todos contribuyentes.
En resumen, los pasaportes de vacunación son otra de sus estrategias para obligarlo a vacunarse. Pero la base de datos de vacunas también puede formar la base de una estructura de control mucho más grande, un sistema crediticio social, en el que pierde puntos cada vez que no hace lo que se le ordena.
Si tomamos el sistema crediticio social chino como ejemplo, podría perder puntos por hacer literalmente cualquier cosa, mientras que las personas con puntajes de crédito social bajos no pueden viajar en ciertos tipos de transporte público, viajar al extranjero, tener ciertos trabajos, ir a la escuela o incluso obtener un préstamo.
El caso es que una vez que está en este sistema, queda bajo el control de otra persona. Si le dicen que debe recibir una vacuna de refuerzo, debe cumplir una y otra vez, o arriesgarse a perder sus derechos humanos básicos, como la capacidad de comprar y vender, viajar u obtener una educación.
El plan de despoblación
La otra forma de controlar a la población se refiere a la despoblación real, uno de los principales problemas que la élite mundial ha estado tratando de resolver durante mucho tiempo es que hay demasiadas personas que consumen demasiados recursos que se perciben como limitados en el mundo y que contaminan todo en el proceso. En su opinión, la respuesta es reducir la población mundial.
Si bien se promueve el control de la natalidad y los abortos para ayudar con esto, estas estrategias no son lo suficientemente efectivas ni rápidas. Necesitan una población menos fértil y necesitan que la gente muera antes.
Creo que [las vacunas de refuerzo contra el COVID-19] se utilizarán para dañar su salud y quizá incluso matarlo. No le encuentro otra explicación, solo que sea un intento de despoblación masiva. ~ Dr. Michael Yeadon
Y aunque tal vez muchos no quieran creer que esto pueda ser cierto, recuerde que la intención no es causar sufrimiento, es una forma de autoconservación, ya que su objetivo final es concentrar toda la riqueza del mundo en sus propias manos. Al final, de eso es de lo que se trata el Gran Reinicio.
El Dr. Michael Yeadon, científico jefe de investigación de alergias y vías respiratorias en Pfizer, comparte sus puntos de vista sobre la pandemia de COVID-19 y sus temores sobre las vacunas contra el COVID-19.
«En pocas palabras, todo lo que su gobierno le ha dicho sobre este virus, lo que necesita hacer para mantenerse a salvo, todo es una mentira. Y si no están diciendo la verdad, eso significa que ocultan algo. Y por eso estoy aquí, para decirle que es algo muy, muy malo. Y si no actuamos ahora, después podría ser demasiado tarde».
Las inyecciones de refuerzo podrían ser un golpe mortal
De todas las mentiras que nos han dicho durante el año pasado, las que más preocupan y asustan a Yeadon son las mentiras sobre las variantes del virus y las inyecciones de refuerzo. De hecho, él cree que no confiar en estas mentiras puede ser la clave para su propia supervivencia.
«Cuando los científicos del gobierno le digan que una variante, que es un 0.3 % diferente del SARS-CoV-2, podría hacerse pasar por un nuevo virus y ser una amenaza para su salud, permítame decírselo, le están mintiendo.
Si están mintiendo, ¿por qué la industria farmacéutica está fabricando vacunas de refuerzo? No hay ninguna justificación posible para su fabricación. Y los reguladores de medicamentos del mundo dijeron: ‘Debido a que son bastante similares a las vacunas originales, no les pediremos que realicen ningún estudio clínico sobre su seguridad’.
No hay una posible interpretación lógica para esto. Creo que se utilizarán para dañar nuestra salud y posiblemente para matarnos. ¡Es en serio! No le encuentro otra explicación, solo que sea un intento de despoblación masiva.
Esto proporciona las herramientas para hacerlo de una forma no tan evidente. Se inventarán otra historia sobre algún tipo de amenaza biológica para obligar a las personas a formarse para recibir su vacuna de refuerzo, y unos meses o un año más tarde morirán a causa de algún síndrome peculiar e inexplicable, que no podrá relacionarse con las vacunas.
Dado que este virus representa, en el peor de los casos, un riesgo un poco mayor para las personas de edad avanzada y con alguna enfermedad, no era necesario hacer todo esto. No era necesario imponer confinamientos, uso de cubrebocas, pruebas masivas y vacunas, ya que existen varios medicamentos terapéuticos que son al menos tan eficaces como las vacunas. Ya están disponibles y son baratos.
Un medicamento sin patente llamado ivermectina, uno de los medicamentos más utilizados en el mundo, puede reducir los síntomas en cualquier etapa de la enfermedad, incluyendo la letalidad en casi un 90 %. Por lo tanto, no necesita vacunas, ni tampoco ninguna de las medidas que impusieron».
¿Por qué se suprimieron los tratamientos eficaces?
Al igual que Yeadon, McCullough planteó serias dudas sobre la necesidad de una vacuna. La evidencia claramente demuestra que existen tratamientos muy efectivos, pero que fueron suprimidos casi universalmente a favor de estas vacunas experimentales. ¿Por qué? Si se trata de proteger la salud pública y salvar vidas, ¿por qué desacreditan los tratamientos efectivos?
Como señaló McCullough, algo muy inusual sucedió en el 2020. Por primera vez, los médicos de todo el mundo se vieron obstaculizados en salvar a sus pacientes. Hubo «una supresión enorme, completa, generalizada y perseverante en cualquier intento que demostrara ayudar a los pacientes con COVID-19», y agregó:
«Parece que de alguna manera desarrollaron un plan de juego uniforme, para permitir de manera pasiva el sufrimiento en la hospitalización y la muerte, y así crear una enorme cantidad de miedo en nuestra sociedad para luego preparar la vacunación masiva».
De manera inquietante, hay evidencia que sugiere que las vacunas contra el COVID-19 podrían funcionar como una especie de «arma de despoblación mundial». Por ejemplo, existe la posibilidad de que se formen anticuerpos no neutralizantes que pueden desencadenar una reacción inmunológica exagerada (conocida como mejora paradójica o mejora inmunológica dependiente de anticuerpos, ADE) cuando la personas entran en contacto con el virus salvaje después de la vacunación.
En pocas palabras, la vacuna puede aumentar la susceptibilidad al virus y hacer que las personas sean más susceptibles a morir a causa de la infección. Los datos ahora demuestran que las muertes por COVID-19 están aumentando en todo el mundo al igual que las tasas de vacunación, a pesar de que los países estaban obteniendo la inmunidad colectiva. Recordemos que las muertes estaban en su punto más bajo antes de que se lanzaran las vacunas.
La vacuna de ARNm hace que su cuerpo produzca anticuerpos contra la proteína Spike del SARS-CoV-2. Las proteínas Spike contienen proteínas homólogas de sincitina que son esenciales para formar la placenta, y si el sistema inmunológico de una mujer comienza a reaccionar contra la sincitina-1, existe la posibilidad de que sufra un aborto espontáneo si está embarazada y posteriormente ser infértil.
La vacunación masiva de niños y mujeres en edad fértil contra el COVID-19 es una idea irrefutablemente mala que podría causar infertilidad masiva si la vacuna contra el COVID desencadena una reacción inmunológica contra la sincitina-1.
Ahora también ya sabemos que los peores síntomas del COVID-19 son creados por la proteína Spike del SARS-CoV-2, y eso es justo lo que su cuerpo produce con estas vacunas basadas en genes. Lo que es peor, la proteína Spike que su cuerpo produce es una versión genéticamente modificada que parece mucho más tóxica que la proteína Spike que se encuentra en el virus real.
Al igual que McCullough y Yeadon, Mikovits cree que la vacuna contra el COVID-19 es un arma biológica diseñada para destruir su inmunidad innata que desencadenará el inicio de una enfermedad debilitante y la muerte prematura. También sospecha que muchas personas morirán con bastante rapidez. «No será como ‘vivir y sufrir para siempre’, sino sufrir cinco años y morir», dice.
Aunque el número de muertos por las vacunas contra el COVID-19 ya se encuentra en un nivel histórico, me temo que incrementarán a medida que nos acerquemos a las temporadas de otoño e invierno. La razón de esto es ADE.
El otoño y el invierno son las estaciones en las que ocurren la mayoría de las infecciones por coronavirus, ya sea SARS-CoV-2 u otros coronavirus responsables del resfriado común, y si el ADE resulta ser un problema común, entonces las personas vacunadas podrían estar en mayor riesgo de COVID-19 severo y de una reacción inmunológica potencialmente letal debido al cebado patógeno.
¿Arriesgaría su vida?
En mi opinión, todavía hay tantos riesgos e incertidumbres en torno a las vacunas, que lo más recomendable es seguir leyendo y aprendiendo, considerar los pros y contras, y tomarse todo el tiempo para tomar la decisión de ponerse una de estas terapias génicas contra el COVID-19.
Y, si usted o un ser querido ya se puso la vacuna contra el COVID-19 y está experimentando efectos secundarios, asegúrese de repórtalos. Si bien hasta ahora se han ignorado los efectos adversos y las muertes, necesitamos seguir recopilando datos si queremos tener alguna posibilidad de detener esta campaña de vacunación masiva y evitar el control de la población.
- Si vive en los Estados Unidos, presente su reporte ante el VAERS
- Reporte la lesión en VaxxTracker.com, que es un rastreador de eventos adversos sin intereses gubernamentales (puede presentar la denuncia de forma anónima si lo desea)
- Reporte la lesión en el sitio web de Children’s Health Defense